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Beneficios de la Reforestación

Reduce el dióxido de carbono en la atmósfera, ayudando a mitigar el cambio climático.
Mejora la calidad del aire al filtrar contaminantes y producir oxígeno.
Protege cuencas hidrográficas y mejora la calidad del agua.
Previene la erosión del suelo y favorece la recuperación de terrenos degradados.
Proporciona hábitat para una gran variedad de flora y fauna.
Promueve el desarrollo económico sostenible a través del ecoturismo y la silvicultura.
Fomenta la educación ambiental y la conciencia ecológica en la sociedad.

Existen distintos tipos de reforestación que se adaptan a las necesidades específicas de cada región y ecosistema:

Reforestación natural: recuperación espontánea mediante la regeneración natural de especies nativas.
Reforestación artificial: plantación directa de árboles por parte de personas, ya sea en viveros o en el terreno.
Reforestación con especies nativas: prioriza la plantación de árboles autóctonos para mantener el equilibrio ecológico.
Reforestación con especies exóticas: uso de árboles no nativos, generalmente para fines comerciales, aunque puede tener impactos negativos si no se controla.